El glúteo medio se sitúa debajo del glúteo mayor, en la zona media de la cresta ilíaca y se inserta en la cara externa del trócanter mayor.
Es un músculo capaz de mantener la correcta alineación de la cadera y la rotación interna y la aducción de la pierna en acciones cotidianas como andar, correr o subir escaleras, haciendo que ambas partes de la pelvis se encuentren en el mismo plano horizontal.
Toda la biomecánica del tren inferior ( pie, tobillo, rodilla y pelvis ) trabaja conjuntamente cuando el pie se encuentra en fase de apoyo con el suelo. El glúteo medio adquiere una gran relevancia en toda la estructura inferior del movimiento.
Según Comerford, el glúteo medio es un estabilizador global, encargado de generar movimiento mediante la extensión y la flexión y la rotación interna y externa.
Se contrae acortándose y desarrollando una tensión suficiente para vencer una resistencia determinada en toda la longitud de su espectro articular.
Asímismo, se contrae isométricamente para mantener una determinada posición durante un lapso de tiempo determinado.
Controla también la coordinación adecuada entre el lateral de la pelvis y el fémur en fase de apoyo controlando la vuelta a la posición neutra.
Podemos analizar la funcionalidad del glúteo medio si realizamos una sentadilla monopodal, si el movimiento es correcto, toda la estructura del tren inferior se moverá coordinadamente de manera uniforme y alineada.
Es frecuente observar una rotación interna y abducción así como una inclinación lateral, sintomático de una deficiencia funcional de la pelvis. El tronco se inclina hacia la pierna en carga, para compensar.
La debilidad del glúteo medio se asocia con la abducción y rotación interna del fémur, así como un exceso de pronación y valgo de rodilla.
Su déficit puede ser de origen mecánico o neurológico al encontrarse inhibido por un antagonista excesivamente acortado.
