Bases teóricas del concepto KINETIC CONTROL – Eficiencia funcional de un músculo

La eficiencia funcional de un músculo está relacionada con su capacidad para generar tensión.

La tensión de un músculo no es constante a lo largo de una contracción, especialmente si el músculo está cambiando su longitud para producir  movimiento. Las propiedades de longitud y tensión de un músculo están estrechamente relacionadas. La tensión o la producción de fuerza de un músculo es el resultado de la fuerza resultante que surge de una combinación de sus componentes activos y pasivos. El componente activo de la tensión muscular se determina por el número de puentes de actina y miosina que están vinculados en cualquier punto del tejido muscuclar de forma simultánea. La tensión pasiva de un músculo se debe en gran parte a las propiedades elásticas de la titina, que anclan la cadena de miosina a la banda Z. Otras estructuras del tejido conectivo del músculo sólo contribuyen parcialmente a la tensión pasiva del mismo.

La posición en el rango (por lo general en el rango medio) donde la curva entre la longitud-tensión activa alcanza el punto máximo se conoce como el punto de longitud de reposo del músculo. En esta posición, encontramos el máximo número de puentes de actina y miosina posibles.

En la posición acortada de un músculo, los componentes elásticos pasivos no contribuyen a la tensión muscular. La tensión pasiva sólo empieza a desempeñar su papel después de que un músculo comienza a alargarse o estirarse dentro del rango externo del músculo, más allá de su longitud de reposo o posición de rango medio. Los músculos son más eficientes y generan una fuerza óptima cuando funcionan en una posición de rango medio cerca de la longitud de reposo.

Los músculos son menos eficientes y funcionalmente débiles cuando están obligados a contraerse en un rango acortado o alargado en relación con su longitud de reposo natural a causa de una insuficiencia fisiológica o mecánica.

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La insuficiencia fisiológica se produce cuando un músculo se acorta activamente en su rango interno donde los filamentos de  actina se solapan entre sí, reduciendo así el número de puentes cruzados que pueden enlazarse con a la miosina.

A medida que el músculo se acorta progresivamente, hay menos enlaces cruzados que  pueden vincularse entre sí, y el músculo es incapaz de generar la fuerza óptima. La insuficiencia mecánica se produce cuando un músculo se contrae activamente en su rango externo. En este intervalo, la actina y la miosina no se entrelazan adecuadamente y se producen un número reducido de conexiones. En consecuencia, el músculo no puede generar la fuerza óptima.

La insuficiencia mecánica durante una contracción en rango externo se compensa en cierta medida por el aumento de la tensión pasiva a partir de los filamentos de titina.

Sin embargo, cuando un músculo funciona habitualmente en un rango de longitud alterada (alargado o acortado) su relación entre la longitud y la tensión se adapta en consecuencia.

La posición en el rango donde el músculo genera cambios óptimos y eficientes de fuerza coincide con el punto intermedio entre el alargamiento y el acortamiento (Goldspink & Williams 1992),

Cuando un músculo se alarga o se contrae persistentemente, añade sarcómeros en serie. Debido a que los sarcómeros son las unidades generadoras de fuerza dentro de un músculo, un músculo alargado o contraído es más fuerte y es capaz de generar una fuerza máxima más alta de lo normal. Este pico de fuerza mayor, sin embargo, se produce en una posición de rango exterior y no en su posición de longitud habitual de descanso, (rango medio). En los tests de pruebas musculares (realizados en el rango interno), el músculo alargado es ineficiente debido a la insuficiencia fisiológica, y en consecuencia, los tests muestran un músculo “débil” y que se fatiga más fácilmente en las tareas de control postural. Además, un músculo persistentemente acortado,  pierde sarcómeros en serie y aumenta la densidad de tejido conectivo.

Debido a la reducción del número de sarcómeros, el músculo acortado genera menos fuerza máxima de lo normal.

Curiosamente, la posición longitudinal de descanso de un músculo acortado puede coincidir con la posición de prueba/test muscular.

A pesar de que el músculo acortado es más débil de lo normal, la prueba muscular se realiza en el punto donde el rango es óptimamente eficiente.

En consecuencia, los músculos demuestran con frecuencia una buena resistencia durante la prueba muscular (Gossman et al 1982).

Esto explica la observación clínica en los tests musculares de que “los músculos cortos parecen fuertes y los músculos alargados parecen débiles “. Por ejemplo, un músculo tensor de la fascia lata rígido y acortado respecto de un glúteo medio posterior elongado va a llevar la cadera hacia una abducción, flexión y rotación interna cuando se pida al paciente abducción de cadera. Si testamos en esta posición, veremos que el TFL nos da una puntuación cercana a 5, mientras que la puntuación del glúteo medio posterior, cuando llevamos la cadera hacia una ligera extensión, va a ser inferior.

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El tratamiento de esta paradójica situación, en caso que se considere clínicamente relevante, consiste en la activación en acortamiento del músculo elongado para adaptarlo de nuevo a una longitud normal que permita la realización de todo el rango de movimiento en todas las articulaciones sobre las que el músculo actúa.

Autor:

Dr Michal Hadala Fisioterapeuta, Doctor por la Universidad de Valencia, Profesor Internacional de Kinetic Control®

Michał Hadała